¿Quiénes Somos?

Restaurar en los alumnos la imagen de Dios, promoviendo el desarrollo fí­sico, mental, social y espiritual para gozo de servir en este mudo y un gozo superior en el mundo venidero.

Un sistema de escuela adventista, según el consejo de Dios, basado en el desarrollo armonioso de las facultades fí­sicas, mentales y espirituales del ser humano.

La filosofía de la Academia, obedece al mandato divino de educar la mano, la mente y el corazón. El desarrollo armonioso de estas características, en cada estudiante, constituye la meta educativa de cada institución. Creemos que la verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que la preparación para la vida actual. Abarca todo el ser y todo el periodo de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudio para el gozo de servir en este mundo y para un gozo superior proporcionado por un servicio mas amplio en el mundo venidero” (La Educación, pág. 11) La academia reconoce que la preparación académica no conflige ni es incompatible can la fe cristiana genuina. Por el contrario, cree que deben revitalizarse los poderes mentales si el cristiano ha de percibir a plenitud la verdad naturaleza del hombre y su relación con Dios y con el prójimo. La academia sustenta la creencia de que cada ser humano, creado a la imagen de Dios, esta dotado de la facultad de pensar y de hacer. Por lo tanto, creemos que “la obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores y no meros reflectores de los pensamientos de la mente se expandirá y robustecerá. En vez de debiluchos educados, las instituciones del saber debiera producir hombres fuertes para pensar y obra, hombres que sean amos y no esclavos de las circunstancias, hombres fuertes para penar y obrar, hombres que sean amos y no esclavos de las circunstancias, hombres que posean amplitud de mente, claridad de pensamientos y valor para defender sus convicciones” (La Educación, pág. 15). El mas completo desarrollo del intelecto y del carácter es posible, únicamente si el cuerpo esta físicamente apto. La mente no puede desenvolverse a plenitud en un cuerpo enfermo, por lo tanto, el intelecto, el carácter y la salud deben considerarse como metas inseparables al hacer provisión para el desarrollo total del estudiante.

En armonía con nuestra filosofía, los objetivos de la Educación Adventista tienen como fundamento el principio que afirma que el hombre fue creado a la imagen de Dios y que Jesús descendió del cielo para mostrarnos el carácter santo del Padre. Debido a que el hombre ha perdido a causa del pecado la semejanza con Cristo, nos proponemos, a través de cada objetivo, restablecer en los estudiantes la imagen de Dios por medio de la imitación del carácter perfecto de Jesús. Con el propósito de alcanzar un blanco tan elevado y sublime, nuestros objetivos abarcan al ser completo del hombre y persiguen el fin de proporcionar a los estudiantes el desarrollo equilibrado de las facultades fí­sicas, mentales y espirituales. Cada uno de estos objetivos comprende los siguientes aspectos. Fí­sico: Debe proporcionar un estado óptimo de salud, capacidad fí­sica y destreza manual. Mental: Debe capacitar al estudiante para obtener un desarrollo máximo del intelecto, un razonamiento lógico y un pensamiento critico positivo. Social: Se espera que se manifieste una conducta de excelentes relaciones sociales con sus semejantes en el ambiente que lo rodea. Religioso: El logro de este objetivo se manifestará en el ejercicio de la práctica religiosa genuina fundada en el amor Dios.